Adentrarse en El Campello es hacerlo por siglos de Historia. A lo largo y ancho del municipio encontramos huellas de las principales civilizaciones que poblaron la Península Ibérica.
Los restos más antiguos se hallan en la Illeta dels Banyets, un espacio privilegiado para el conocimiento de nuestra historia. Finalizado su proceso de musealización, podemos decir que es uno de los mejores Parques Arqueológicos del Mediterráneo. Los primeros asentamientos que aquí veremos datan de la prehistoria, del Calcolitico y de la Edad de Bronce, en el segundo milenio antes de Cristo. De especial relevancia son los restos del poblado Ibero, único por sus características, y considerado uno de los más importantes del mediterráneo. El hecho de encontrar pocas viviendas y muchos almacenes y restos cerámicos ha llevado a la conclusión de la existencia de una importante actividad productiva relacionado comercialmente con otras culturas del mediterráneo. En el poblado se han encontrado dos edificaciones, similares a templos, de características insólitas en este tipo de asentimientos. De la época romana sobresalen unas pequeñas termas y muy especialmente las piscifactorías, viveros cortados en la piedra, que han dado nombre al enclave a través de la tradición popular, conociéndose como Els Banyets de la Reina. Las piscinas, que según esta tradición, eran para uso de una bella reina mora, son, en realidad, construcciones de gran importancia en la época, utilizadas para poder conserva la pesca y que dieron lugar a una importante industria de salazones y de, la muy apreciada, salsa "garum".
El cercano barranco de Aigües tuvo gran importancia histórica ya que fue línea fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón. El monarca Jaime II, en 1.296, anexionó estos territorios definitivamente a la corona aragonesa y, con ello, al reino de Valencia.
Las continuas incursiones de piratas berberiscos a nuestras costas motivó que, en el siglo XVI, se construyese un sistema de vigilancia compuesto por torres circulares a lo largo de toda la costa para facilitar la defensa de una asustada y dispersa población y evitar que se convirtiesen en víctimas del pillaje y del saqueo. La Torre del Barranc d'Aigües y la Torre de la Illeta son ejemplos que han llegado hasta nuestros días. Ésta última, concluida en 1.557 y restaurada a finales del s.XX, constituye todo un símbolo para los campelleros; se utiliza como marco para la celebración de diferentes eventos y es el emblema de nuestra localidad.
Pero no encontramos los orígenes reales del municipio hasta el siglo XVIII, cuando el dueño de las tierras, D. Nicolás Pérez de Sarrió, trajo las primeras familias de colonos para que cultivaran la tierra. A esta época pertenece el "Convento de los Mercedarios" primera parroquia de la entonces pedanía. A finales de este siglo se construye el primer astillero en la desembocadura del río Seco (Montnegre), germen de una emergente industria pesquera que, de alguna manera aún pervive, y que contó con una de las flotas más importantes del mediterráneo. Este hecho, supuso el desarrollo del barrio marinero, hoy en día transformado en polo de atracción turística.
De mediados del s. XIX data la Finca rústica Villa Marco que tuvo gran importancia en la zona agrícola conocida como Huerta de Alicante. A principios del s.XX,, bajo los auspicios de Renato Bardin, cónsul honorario de Francia y dueño de la finca en aquel entonces, tienen lugar las modificaciones que la dotan de un carácter residencial y le otorgan su actual estilo modernista pero con curiosas influencias del arte colonial francés. De esta fecha son también los jardines de inspiración versallesca que albergan flora proveniente de diferentes zonas del planeta, árboles centenarios y un conjunto escultórico del célebre artista alicantino Vicente Bañuls.
Durante el recorrido por El Campello, es parada ineludible la Iglesia Parroquial que se construyó en el año 1849, en sustitución de la primera que se edificó en El Campello, a finales del siglo XVIII, está dedicada a la advocación de Santa Teresay experimentó varias ampliaciones en los años 1909 y 1911.
A caballo entre el s. XIX y el XX, la personalidad de El Campello se erige tan exclusiva que se segrega de Alicante en 1.901, fijándose su término definitivo en 1.903